EL SER HUMANO NECESITA REHABILITACIÓN
Parte II
El ser humano necesita reflexionar un poco en si mismo de manera de recorrer, evaluar, analizar que se ha hecho en la vida, los éxitos, los fracasos y si fueron superados.
Recorrer el mapa de la vida te permite ver con seguridad tus logros, tus alegrías, tus angustias, tus debilidades y tus fortalezas.
Al estudiar y revisar el camino que haz recorrido encontraras con satisfacción que no todo en la vida ha sido malo, ha habido alegrías, éxitos, compartir, enseñanzas, aprendizajes, felicidad, logros, etapas superadas, también recordaremos momentos de angustia, de nostalgia, de pena, situaciones que nos pusieron a prueba en nuestra fe, en nuestra constancia y tolerancia. Hay quienes fracasan y no superan sus debilidades por no tener fe, por darse al abandono o por espera que otros le solucionen el o los problemas.
Una cosa es ser pobre económicamente, otra es ser descuidado, dejado, darse al abandono, Dios le da la oportunidad a toda la humanidad de ser feliz dándole dones para que lo usen en su beneficio cultivando y construyendo la felicidad. Muchos no ven estos dones, estas habilidades, se meten en su cascaron y no ven a su alrededor.
El ser humano debe aprender a crecer en valores, crecer como individuo, en familia, debe aprender a compartir. Cuando se aprenda a crecer espiritualmente, moralmente y éticamente se estará contrayendo la sociedad ideal, el paraíso terrenal.
Cuando Cristo, dio su vida por el perdón de los pecados, él solo quería que la humanidad fuera feliz. En Cristo se puede ver el nuevo árbol de la vida, del amor, de la comunicación, del bienestar. Nadie ha escrito que Jesús de Nazareth haya hablado mal del prójimo, incitado a la violencia o haya tenido preferidos por su color, por su creencia, por sus pecados, por su raza. Todos si excepción han tenido y tienen la oportunidad de fortalecer sus destino, su vida, su familia.
El dinero compra lo material, más no lo espiritual, hay muchos ricos pobres, tiene posesiones, riquezas materiales pero no son felices ya que la felicidad no se compra, se construye, se vive, se respira, se siente, se refleja en su actuar, en su mirar.
Las riquezas materiales no se las lleva nadie a la tumba. Hay que prepararse para vivir en el paraíso espiritual. Después que el espíritu deja el templo terrenal, la casa donde se habita desde que se nace, conocido como cuerpo, el alma unida al espíritu se desprende en forma de energía y va en busca del paraíso celestial el cual se gana de pendiendo de cómo y cuando se actuó en la vida terrenal, la aplicación de valores, ayudar al semejante, dar comida al hambriento, agua al sediento, orientar, aconsejar, respetar, y amar entre otros.
Si no tienes tiempo no puedes admirar las cosas bellas que la vida te presenta
Si permito que mi trabajo me esclavice cuando tendré tiempo para disfrutar de la vida, sin que algo me atormente, me lastime.
Parte II
El ser humano necesita reflexionar un poco en si mismo de manera de recorrer, evaluar, analizar que se ha hecho en la vida, los éxitos, los fracasos y si fueron superados.
Recorrer el mapa de la vida te permite ver con seguridad tus logros, tus alegrías, tus angustias, tus debilidades y tus fortalezas.
Al estudiar y revisar el camino que haz recorrido encontraras con satisfacción que no todo en la vida ha sido malo, ha habido alegrías, éxitos, compartir, enseñanzas, aprendizajes, felicidad, logros, etapas superadas, también recordaremos momentos de angustia, de nostalgia, de pena, situaciones que nos pusieron a prueba en nuestra fe, en nuestra constancia y tolerancia. Hay quienes fracasan y no superan sus debilidades por no tener fe, por darse al abandono o por espera que otros le solucionen el o los problemas.
Una cosa es ser pobre económicamente, otra es ser descuidado, dejado, darse al abandono, Dios le da la oportunidad a toda la humanidad de ser feliz dándole dones para que lo usen en su beneficio cultivando y construyendo la felicidad. Muchos no ven estos dones, estas habilidades, se meten en su cascaron y no ven a su alrededor.
El ser humano debe aprender a crecer en valores, crecer como individuo, en familia, debe aprender a compartir. Cuando se aprenda a crecer espiritualmente, moralmente y éticamente se estará contrayendo la sociedad ideal, el paraíso terrenal.
Cuando Cristo, dio su vida por el perdón de los pecados, él solo quería que la humanidad fuera feliz. En Cristo se puede ver el nuevo árbol de la vida, del amor, de la comunicación, del bienestar. Nadie ha escrito que Jesús de Nazareth haya hablado mal del prójimo, incitado a la violencia o haya tenido preferidos por su color, por su creencia, por sus pecados, por su raza. Todos si excepción han tenido y tienen la oportunidad de fortalecer sus destino, su vida, su familia.
El dinero compra lo material, más no lo espiritual, hay muchos ricos pobres, tiene posesiones, riquezas materiales pero no son felices ya que la felicidad no se compra, se construye, se vive, se respira, se siente, se refleja en su actuar, en su mirar.
Las riquezas materiales no se las lleva nadie a la tumba. Hay que prepararse para vivir en el paraíso espiritual. Después que el espíritu deja el templo terrenal, la casa donde se habita desde que se nace, conocido como cuerpo, el alma unida al espíritu se desprende en forma de energía y va en busca del paraíso celestial el cual se gana de pendiendo de cómo y cuando se actuó en la vida terrenal, la aplicación de valores, ayudar al semejante, dar comida al hambriento, agua al sediento, orientar, aconsejar, respetar, y amar entre otros.
Si no tienes tiempo no puedes admirar las cosas bellas que la vida te presenta
Si permito que mi trabajo me esclavice cuando tendré tiempo para disfrutar de la vida, sin que algo me atormente, me lastime.